ravalero1 escribió:Éste que se da por aludido comió mierda como el que más, aguantó las risas y mofas de Leganés, la vergonzante derrota en Gramenet domingo por la mañana.
No vengas ahora tú a dar carnets de aficionado ni demás mierdas.
Yo me borré el año pasado por dignidad, por no dar ni un céntimo a los desgraciados de la colla ni a los malnacidos de la liga, con el millonario de Tebas a la cabeza.
Así que sí, variopintas excusas. En mi caso dignidad.
Respeto al que siguiera en el barco, pero el que me insulta por eso me parece subnormal y cómplice de la futura desaparición del elche.
Llevaba desde el año que bajó el Elche a segunda, allá por los 90, abonado de manera ininterrumpida, incluso viviendo años en el extranjero. No me vengas tú con medallitas de ilicitano.
Esto es sólo un parche, al tiempo.
Pues sí, sí que doy carnets de aficionado, este año por lo menos los puedo dar.
Menos dignidad y más poner los cojones en la mesa cuando vienen curvas cerradas y cuesta arriba, cuando se anuncia chaparrón y se ven venir las nubes negras como los cojones de Sory Kaba, cuando hay que sufrir para conseguir un 1-0 en el último minuto contra el ontinyent para poder sacar 3 puntos vitales para mantenerse en puestos de play-off, cuando los problemas económicos e institucionales se multiplican por 5 y hay que aguantar el tirón como se pueda.
Dignidad era sacarse el abono en septiembre y si vas al fútbol olé tus huevos, y si no vas o te dejas caer de vez en cuando, como han hecho cerca de 3.000, pues nada, te entiendo porque lo que se ha visto este año en temporada regular ha sido in-fu-mable. Pero con el carnet del Elche en la cartera, aunque sólo sea para verlo cuando sacas la tarjeta en el supermercado, o para dejárselo a un amigo, o para tirarlo al fondo de un cajón. Y con el abono en la cartera poner a parir a la directiva, conspirar contra todo lo que se mueva, cagarte en las muelas de Pepe y de Pepito y seguir inventando conspiraciones paranoicas. Pero con el abono en la cartera cuando más falta hacía.
Abandonar es todo lo contrario a dignidad.