Papa Noel, nosotros también queremos al muñequito Justin, venga, no te los quedes todos para ti y repártelos entre los salidos del mundo.
Ya tenemos regalo para la próxima Navidad, el muñeco hinchable “Justin”, flexible, suavecito y con la boquita abierta para que metérsela hasta el fondo sea un placer.
Una compañía de juguetes eróticos ha sacado al mercado un muñeco con la imagen del cantante Justin Bieber, lo que sería un regalo ideal para las jovencitas moja-bragas y para mamás asalta cunas, sino fuera porque está ideado para el público gay, los coleguis de Justin.
Su aspecto es muy similar a la anatomía de Justin Bieber y hasta ha sido bautizado con su mismo nombre “Justin”, pero éste es más apetecible, no pega grititos cada vez que abre su boquita de piñón.
La idea ha sido un éxito total, se ve que la comunidad homosexual sueña con taparle de una vez la boca al niñato cantante, y los muñequitos se han vendido como churros, estamos seguros que sustituirán a los perritos pilotos en las próximas ferias comarcales.
Pero el bueno de Justin, el auténtico, el de carne y hueso, no está de acuerdo en que se la metan doblada dos veces al día, y ha demandado a la compañía fabricante por entender que este producto daña su imagen, o más bien que al no haber sido idea de él, daña su bolsillo.
Papa Noel, nosotros también queremos al muñequito Justin, venga, no te los quedes todos para ti y repártelos entre los salidos del mundo.
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